No es infrecuente que esta situación nos resulte un poco (o un mucho) estresante.
La entrevista de trabajo tiene una característica fundamental que probablemente tenga fuerza para explicar los nervios que provoca: la evaluación.
Se valora qué sabemos, cómo somos, cómo nos comportamos, qué esperamos del puesto de trabajo y un largo etcétera. Supone una situación de evaluación múltiple que puede generarnos mucha ansiedad al desconocer “la respuesta correcta” o aquella que más nos acerque al perfil de candidato ideal para el puesto.