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La psicología de los porteros: ¿Cómo superar un error?

Loris Karius acapara todos los titulares ya que dos errores suyos supusieron la derrota de su equipo en la final de la Champions League 2018 ¿Cómo hacer para que esos errores no deterioren su carrera?

El Liverpool volvía a disputar una final de Champions 13 años después de la histórica final ante el Milan. No iba a ser un partido fácil, delante tenía al todopoderoso Real Madrid, ganador de las últimas dos ediciones de esa competición.

Firmino, Salah o Mané estaba llamados a ser los grandes protagonistas de la noche, pero lamentablemente fueron los errores del portero Karius quien se llevaron todos los titulares

Dos errores, dos goles

El partido estaba siendo bastante disputado, hasta que en el minuto 51 llega el primer gol del Madrid. Después de haber atrapado un balón, Karius intentó ponerlo en juego con las manos sin medir la distancia con el delantero rival, quien interceptó el pase y anotó el primer tanto madridista.

Hasta ese momento el portero había tenido una buena actuación pero ese error terminaría por condicionar su actuación. Tanto es así que con el partido 2 a 1 para los blancos, en el minuto 81 llegaría un nuevo fallo del guardameta que supondría el 3 a 1 final. Esta vez, tras un disparo centrado y flojo de Bale, el portero no pudo detener el balón que golpeó sus manos y se coló en la portería.

La imagen de Karius llorando y pidiendo perdón a su afición por su mala actuación dio la vuelta al mundo ¿Cómo hace un jugador para reponerse después de haberse equivocado en una noche tan importante? La respuesta tiene que ver con la preparación mental de los porteros.

Manos rápidas, mente fuerte

Para estar bajo palos se necesita una buena dosis de atributos físicos como velocidad o flexibilidad, pero lo que realmente distingue a los grandes porteros es su fortaleza mental.

Gran parte del entrenamiento mental de los arqueros supone desarrollar habilidades para el control emocional. Su posición implica aprender a vivir “solo” ante el peligro ya que están más expuestos a situaciones de dificultad, exigencia o conflicto.

Decidir cuándo intervenir en una jugada, cómo salir a cubrir un mano a mano, o dónde posicionar una barrera ante un tiro libre peligroso son claros ejemplos de situaciones del juego que pueden generar estrés en un portero. Disponer de herramientas suficientes para poder hacer frente a la ansiedad, al enfado o al desánimo es fundamental en su preparación.

 

Convivir con el error

Los porteros tienen que aceptar y aprender a convivir con la posibilidad del error. A diferencia del resto de jugadores, cuando un arquero se equivoca, su fallo es muy evidente. En la mayoría de los casos supone un gol del rival y  eso puede significar perder el partido, o como en el caso de Karius perder una final.

Lo básico es que el portero entienda que equivocarse, o el riesgo de equivocarse es algo inherente a su trabajo, algo que va asociado a su posición. Si está continuamente pendiente en no equivocarse se sentirá inseguro y en ese estado, paradójicamente, es más propenso a cometer fallos.

Cuando un guardameta entiende que es imposible no equivocarse nunca y que el error forma parte del juego, es capaz de manejar mejor una mala actuación.

Exorcizando errores

Una de las técnicas que utilizan los porteros son los rituales o claves mentales. Su finalidad es que el fallo no los condicione, no estancarse en la culpa y en el lamento para que esa situación puntual no suponga una pérdida de confianza. Los rituales van a depender sobre todo de la personalidad de cada portero.

Algunos lo que hacen es gritar y gesticular violentamente, otros caminan por el área chica, están los que optan por reírse, algunos utilizan gestos religiosos mientras que otros hacen gestos más terrenales como golpear uno de los postes.

También hay porteros que utilizan claves mentales, como breves técnicas de relajación centradas en la respiración o hablarse a sí mismos con instrucciones para seguir concentrados en el partido.

Dominar la adversidad

Lo que realmente marcará la diferencia es si es capaz de manejar la situación después de un error o si es la situación la que lo maneja. Si consigue inmediatamente focalizar de nuevo la atención sobre el juego o si se va del partido y ya no se consigue volver a él.

El portero tiene que ser capaz de dejar sus errores atrás rápidamente, por lo que siempre debe intentar ser positivo, con un punto crítico o de análisis pero de forma constructiva. Si sus errores son técnicos podrán mejorarse en el entrenamiento, si por el contrario son mentales deberá trabajar con sesiones enfocadas a mejorar su desempeño bajo presión.

«Muchas gracias a nuestros increíbles hinchas que vinieron a Kiev y me apoyaron, incluso después del partido. Una vez más me demostraron la gran familia que somos. Gracias, volveremos más fuertes» comentó Karius tras la final. Recuperar su confianza es su próximo objetivo.

 


Fuentes:
  • Carrascosa, J; Oliva, X. Entrenamiento deportivo: Entrenar la «personalidad» del portero. Saber competir.  Recuperado el 29 de Mayo 2018 de enlace
  • Otero Fernández, C. ¿La psicología es importante en un portero? Psicologia deportiva. Recuperado el 29 de Mayo 2018 de enlace
  • In safe hands: a keeper’s psychology. Recuperado el 29 de Mayo 2018 de enlace