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¿Puede el alcohol ayudarnos a hablar en otro idioma?

No son pocas las personas que afirman que con alguna copa encima logran hablar mejor otros idiomas. Todos hemos visto como nuestro amigo que siempre suspendió inglés se entendía de lo más bien con algunos turistas en un bar. ¿Pero podemos realmente hablar mejor otro idioma bajo los efectos del alcohol?

Confirmando las historias de bar

El alcohol no es precisamente una sustancia que mejore nuestras capacidades cognitivas, más bien todo lo contrario, la ingesta de alcohol afecta a todas las capacidades del cerebro. De hecho, muchas veces nos damos cuenta que alguien ha bebido de más justamente porque no logra articular palabras con claridad. ¿Cómo puede entonces hacernos mejorar en un idioma extranjero?

Fritz Renner, de la Universidad de Maastrich publicó un artículo en la revista Journal of Psychopharmacology en el que afirmaba que las personas bilingües son conscientes que el consumo de alcohol mejora la fluidez verbal, confirmando las populares anécdotas.

El holandés y el alemán

La ciudad holandesa de Maastrich está muy cerca de la frontera con Alemania, por lo que muchos estudiantes alemanes deciden estudiar ahí. Si bien el alemán y el holandés tienen algunos puntos comunes, se trata de dos idiomas diferentes, tanto que los estudiantes que quieran cursar en dicha universidad deben superar un examen de idioma.

Renner y su equipo seleccionaron a 50 estudiantes alemanes para el experimento. A un grupo se le dio a beber 250ml de agua, mientras que a otro grupo se le proporcionó vodka suficiente hasta que alcanzaran una medida de alcohol en sangre de 0,04.

Luego había una pausa de 15 minutos, para que el alcohol alcanzase el torrente sanguíneo, después de la cual se les pedía a un estudiante de cada grupo que realizaran durante dos minutos un debate en holandés acerca de la experimentación con animales.

Dos holandeses nativos observaban estas conversaciones y puntuaban el desempeño lingüístico de los estudiantes basándose en la calidad, comprensión, vocabulario, pronunciación y fluidez, sin saber a qué grupo pertenecía cada uno.

Los investigadores esperaban que el alcohol disminuyera las capacidades lingüísticas de los participantes, especialmente tratándose de un idioma extranjero. Sin embargo los que habían consumido alcohol obtuvieron mejores resultados lingüísticos en general, y en la pronunciación en particular.

Un pequeño empujoncito etílico

Muchas personas se sienten inseguras con su nivel de fluidez en una lengua extranjera. Ese nerviosismo hace que estén excesivamente alertas cuando hablan, sobrepensando en la gramática, la correcta elección de las palabras y su pronunciación.

Según los investigadores, una posible causa de esta mejora en las capacidades lingüísticas se deba a la desinhibición producida por el consumo de pequeñas cantidades de alcohol.

Si bien los efectos del alcohol son siempre negativos, éstos dependen mucho de la cantidad en sangre. Entre  0,03 mg/l y 0,05 mg/l sus efectos son una ligera euforia, un aumento de la sociabilidad y una disminución de la inhibición social. Estos eran los valores en sangre que se manejaban en el experimento y que podrían estar explicando la disminución de la ansiedad social.

Un límite demasiado fino

Sin embargo cabe mencionar dos cosas. La primera es que a pesar de ser cantidades de alcohol en sangre bajas no están exentos de consecuencias negativas. Por ejemplo con esos mismos valores de entre 0,03 mg/l y 0,05 mg/l se observa una importante reducción de la concentración, y a partir de los 0,05 los efectos ya supone problemas de visión periférica, de percepción y de razonamiento. El límite entre un consumo responsable y un consumo peligroso es muy fino.

Por otro lado los mismos investigadores afirman que estos resultados necesitan ser replicados en otros experimentos con otros sujetos, otros idiomas y cantidades de alcohol.

Lo bueno es que no les va a resultar difícil encontrar universitarios dispuestos a participar.


Fuentes:

  • Renner,F; Kersbergen,I. Dutch courage? Effects of acute alcohol consumption on self-ratings and observer ratings of foreign language skills. Journal of Psychopharmacology. Vol 32, Issue 1, pp. 116 – 122. enlace
  • Young, E. Moderate alcohol consumption improves foreign language skills. Researchers Digest. enlace
  • Ferré Ribera, M. Los efectos del alcohol en la conducta. Descubre Psicología. enlace
  • Imágenes: Pixabay