Los principales problemas del uso de la IA en la Psicología
La inteligencia artificial (IA) ha penetrado en diversos ámbitos, incluyendo la psicología, donde se ha utilizado para mejorar la atención y la investigación. Sin embargo, también existen preocupaciones significativas sobre los efectos negativos que la IA puede tener en la práctica psicológica y el bienestar de los pacientes.
Varios estudios han señalado las desventajas y riesgos asociados con la integración de la IA en la psicología:
Despersonalización del Tratamiento
Si bien el «diálogo» con una inteligencia artificial es mucho más fluido que con otras tecnologías, no se trata de una interacción entre humanos. La relación terapeuta paciente es fundamental para el correcto desarrollo de la terapia, además de ser uno de los elementos más influyentes en el éxito de la misma. En la actualidad, las IAs no dejan de ser una evolución de los árboles de decisiones, no son capaces de captar los matices de la comunicación y los aspectos no verbales de la misma, sin contra que no cuentan con la capacidad de adecuarse al estilo que requiere el momento. La reducción de la conexión humana puede dificultar el proceso de sanación y el desarrollo de una relación de confianza entre el terapeuta y el paciente.
Problemas de Privacidad y Seguridad
La privacidad en la salud mental es fundamental. El paciente tiene que sentir que se encuentra en un lugar seguro ya que en terapia muchas veces se tratan temas delicados, se realizan confesiones o afirmaciones que no se suelen decir en voz alta. Detrás de la cara más amable de IA se encuentra un algoritmo, el cual se nutre de información para mejorar. En este caso la información sería la vida privada del paciente ¿Podremos estar 100% seguros de que nuestros datos estarán a salvo? Es un riesgo demasiado alto al que todavía no se le ha encontrado una solución. La falta de regulación adecuada sobre el uso de IA en la atención psicológica puede dar lugar a prácticas poco éticas y a la explotación de los datos de los pacientes.
Sesgos Algorítmicos
Retomando el tema de que las IAs trabajan en base a algoritmos, este tipo de tecnologías se nutren de grandes bases de datos. La formación y la elección de esas bases de datos las realizan humanos y por lo tanto pueden perpetuar sesgos, llevando a diagnósticos o recomendaciones inadecuadas. Pensar que las IAs son tecnologías libres de errores «humanos» es, valga la redundancia, un error.
Los estudios que se han realizado hasta el momento indican que los algoritmos pueden fallar en reconocer la complejidad de los problemas psicológicos, resultando en diagnósticos erróneos. Las relaciones humanas todavía conservan un grado de complejidad difícil de descifrar para este tipo de tecnología.
¿Esto quiere decir que la IA es perjudicial para la Psicología? En absoluto, lo importante es cómo la utilizamos. Si es usada como una herramienta para el desarrollo de la investigación psicológica, para la realización de informes o como un complemento a la terapia, puede ser una gran aliada para la Psicología en general. Si embargo, si la tratamos como una alternativa real a una terapia personal corremos el grave riesgo de menospreciar la importancia del trato humano en la Salud Mental. Para maximizar los beneficios de la IA en la psicología, es necesario establecer regulaciones robustas y fomentar un enfoque equilibrado que priorice la relación humana en el tratamiento.
¡Hola! Me llamo Santiago y soy psicólogo.
A los 8 años conocí esta materia y desde entonces es la pasión que me acompaña junto con las nuevas tecnologías, internet y el fútbol.
Cansado de escuchar que la Psicología es «solo para los locos» me dedico a explicar que en realidad la Psicología es para todos.