«Uncanny Valley» o valle inquietante, cuando los robots se asemejan demasiado a los humanos
El efecto conocido como «uncanny valley» o valle inquietante, es un concepto que se refiere a la reacción emocional de los seres humanos hacia los robots y otros entes que imitan la apariencia humana. Este fenómeno fue identificado por primera vez por el ingeniero y diseñador de robots japonés Masahiro Mori en 1970. Según Mori, a medida que una entidad artificial se vuelve más parecida a un ser humano, la respuesta emocional de los observadores humanos hacia la entidad se vuelve más positiva y empática, hasta que alcanza un punto en el que la entidad es casi indistinguible de un ser humano real, pero no lo suficientemente convincente. En este punto, la respuesta emocional se vuelve repentinamente negativa y la entidad provoca sentimientos de inquietud y repulsión.
La hipótesis del valle inquietante ha sido objeto de numerosos estudios académicos. Por ejemplo, un artículo publicado en la revista Frontiers in Psychology revisa la evidencia empírica sobre diferentes hipótesis del valle inquietante, apoyando la idea de que el malestar puede ser causado por un desajuste perceptivo entre las características artificiales y humanas. Los hallazgos de la revisión sugieren que la hipótesis del valle inquietante solo se manifiesta bajo ciertas condiciones específicas. Por ejemplo, la hipótesis de la discrepancia perceptual, que propone que las reacciones negativas surgen cuando hay una falta de coincidencia entre las características artificiales y humanas, ha encontrado un buen respaldo en la literatura empírica. Esto indica que no es simplemente el grado de similitud humana lo que provoca la inquietud, sino más bien la coherencia o la congruencia de las señales humanas y no humanas presentes.
Otro estudio, publicado en la revista Bajo Palabra, explora el efecto desde una perspectiva ontológica, sugiriendo que el rechazo psicológico hacia androides demasiado parecidos al ser humano puede deberse a un conflicto categorial entre la identificación de unidades autónomas funcionales y unidades autónomas expresivas. Es decir, que hay una línea delicada entre la identificación de lo que es puramente funcional, en última instancia un robot no deja de ser una máquina, y lo que es expresivo, un ser vivo con más complejidad que su simple función, y que cruzar esa línea puede resultar en una experiencia desconcertante para los humanos.
Además, investigaciones como la presentada en la Universidad Politécnica de Madrid examinan la dinámica de la empatía en relación con el realismo que presentan las réplicas antropomórficas, especialmente cuando estas alcanzan un punto que causa una respuesta de rechazo en los observadores. Específicamente, exploran cómo la percepción del movimiento y las expresiones faciales de los robots afectan la empatía humana. La investigación sugiere que mientras más rasgos humanoides se incorporen a un robot, mayor familiaridad despertará y, por ende, más fluida y agradable será la interacción entre humanos y máquinas. Sin embargo, este acercamiento también puede provocar respuestas emocionales complejas, como la empatía o el rechazo, dependiendo del grado de realismo de la réplica.
En resumen, el valle inquietante es un fenómeno complejo que involucra la percepción humana, la empatía y la psicología del reconocimiento. Aunque la investigación continúa evolucionando, la hipótesis del valle inquietante continúa siendo un área de estudio activa y en evolución, y sin duda seguirá siendo un tema de interés a medida que la tecnología avanza y nuestras interacciones con lo artificial se vuelven cada vez más sofisticadas y omnipresentes.
Fuentes:
- Cheetham Marcus; «The Uncanny Valley Hypothesis and beyond», Frontiers in Psychology, 8,2017https://www.frontiersin.org/journals/psychology/articles/10.3389/fpsyg.2017.01738
- Doris Anabelle Bautista Loza, Sergio Martini Popol;«¿ Qué hay más allá del Valle Inquietante ?»;Universidad Politécnica de Madrid
- Ricardo Gutiérrez Aguilar, «Beyond the Uncanny Valley. Human form, mimesis and expression»; ÉPOCA Nº II. Nº 28, Año 2021 : 175-198; Universidad de Alcalá de Henares
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Cansado de escuchar que la Psicología es «solo para los locos» me dedico a explicar que en realidad la Psicología es para todos.