¿Por qué nos excedemos en las fiestas?

La noche en que despedimos el viejo año suele ser un ocasión en la que damos rienda suelta a nuestro lado salvaje y nos lanzamos de lleno a los excesos. Está culturalmente aceptado dejarnos llevar esa noche, y en cierta medida no es perjudicial, pero ¿por qué nos volvemos locos en las fiestas?

Según Roy Baumeister, profesor de psicología social de la Universidad de Florida, el origen de la tendencia al exceso en ciertos período del año viene de lejos. Cuando comenzamos a diferenciarnos de los otros animales, los seres humanos comenzamos a establecer una cultura común. Para que la cultura funcionara las personas necesitábamos seguir reglas, lo que implicaba la necesidad de bloquear algunos de nuestros impulsos y renunciar a ciertas cosas. Pero esta renuncia nos generaba un problema, porque nuestra fuerza de voluntad no es lo suficientemente fuerte como para frenar los impulsos. La forma que encontramos como seres humanos de potenciar la fuerza de voluntad fue engañarnos a nosotros mismos. Es mucho mas simple decirnos “ahora no” que “nunca”. Por ejemplo, a muchos nos gustaría darnos un atracón como el de las fiestas en otras épocas del año ( o una vez por mes….o una vez por semana…) pero nos ponemos un freno por cuestiones de salud, dinero, tiempo, etc. Pensamos “ahora no, pero cuando lleguen las fiestas voy a comer como si un hubiese un mañana”, de esta forma engañamos a nuestra fuerza de voluntad para que sea más efectiva. Tener un período de indulgencia hace que nuestro autocontrol sea más fácil. De hecho la mayoría de las culturas tiene festivales en los que las reglas cotidianas quedan temporalmente suspendidas.

Pero también existe un riesgo continuamente al acecho, y es que la indulgencia trae mas indulgencia, especialmente con la comida y el alcohol y muchas personas terminan por perder la cuenta de cuanto han bebido. En estos casos, desviarse del buen camino, puede significar una rápida caída en comportamientos de riesgo.181543

Según J. Buzz Von Ornsteiner, psicólogo y director del MHCAP, el exceso indica que el sujeto perdió el control y que está a merced de lo que ansia. ”Muchos pacientes me dicen que se guardan su estrés y ansiedad para luego en las fiestas usar ese estrés almacenado, como una excusa o racionalización para emborracharse, tener varias relaciones sexuales o comer de más, ya que es una vez por año y en cierta forma esta culturalmente aceptado. No solo eso, sino que en muchos círculos se alienta este tipo de comportamiento”. En esta época del año en la que solemos hacer balances, es posible que si no sentimos que hemos alcanzado nuestros objetivos la autoestima se vea debilitada, el libertinaje de las fiestas puede proporcionar un escape a esa situación.

Pero no debemos olvidar que el exceso es sólo eso, solo un escape. Un escape no sólo temporal sino también riesgoso. Ya que llevamos tres días en este año, mejor aprovechar esta resaca para empezar a prevenir para el año que viene e intentar conseguir nuestras metas. De esta forma cuando en unos meses las fiestas vuelvan, vamos a poder disfrutarlas, soltarnos un poco el cinturón, pero sin excesos.

Autor: Santiago Salvatori


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