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¿Yanny o Laurel? ¿Por qué oímos nombres diferentes si el audio es el mismo?

Lo que en su momento fue un vestido ahora son dos nombres que comparten solo una letra. Hace días que discutimos si lo que se oye es Yanny o Laurel, y cada uno tiene una opinión distinta. ¿Qué explicación se esconde detrás de este nuevo viral?

En estos días muchos pudimos sentir una sensación de deja vú cada vez que nos reuníamos con amigos o familiares. En todas las conversaciones siempre llegaba el momento en el que había que confesar si escuchábamos un nombre u otro. Lo que en 2015 fue el equipo azul y negro contra el blanco y dorado, hoy es el equipo Yanny contra el equipo Laurel. Miles de personas han escuchado el audio y hay opiniones para todos los gustos, desde lo que oyen uno u otro hasta los que oyen los dos dependiendo del día.

Una cadena de coincidencias

Los orígenes del audio todavía son inciertos pero el New York Times afirma que todo comenzó cuando Rolando Szabo, un estudiante de 18 años, realizando un trabajo para el colegio se topó con esa voz mecánica. Al reproducirla por los altavoces comenzó la discusión porque algunos miembros de su grupo oían Yanny y otros Laurel. Rolando, como cualquier joven haría, decidió zanjar las disputas pidiendo a un amigo que hiciese una encuesta por redes sociales, y a partir de ahí se viralizó.

Lo que no muchos saben es de dónde proviene el audio original. Al parecer esa voz mecánica forma parte de la página vocabulary.com y se refiere a la palabra «Laurel» entendido como corona, triunfo o premio.

Imagino la sorpresa de muchos, yo mismo era del #teamYanny, pero existe una explicación a por qué algunos oyen un nombre y los demás oímos otro.

 

El secreto es la frecuencia

Jody Kreiman, investigador del laboratorio de percepción vocal de la Universidad de California confirma que  «los patrones acústicos de pronunciación se encuentran a mitad de camino entre las dos palabras». Al parecer las concentraciones de energía para Ya son similares a las de La, las de N a las de R y las de I a las de L.

Lars Riecke, profesor de audición y neurociencia cognitiva de la Universidad de Maastrich, explica que no se trata de una ilusión en la que oímos algo que no está, sino de una figura ambigua, ya que este input auditivo puede ser interpretado de dos formas diferentes. Ambos nombres están presentes en el audio, un efecto similar a la famosa ilusión óptica de la copa de Rubin en la que podemos ver tanto una copa como dos caras enfrentadas.

El secreto es la frecuencia del sonido. La explicacióna de por qué algunos oímos Yanny y otros Laurel depende de qué rango de frecuencia le prestamos más atención. Si nos centramos en las frecuencias más altas oiremos Yanny, mientras que si lo hacemos en las más bajas oiremos Laurel.

No hay un acuerdo sobre el motivo por el cual hay diferencias en la interpretación de un mismo sonido.

 

Diferentes interpretaciones pero siempre el mismo protagonista

El primer responsable puede ser el sistema por el que se reproduce el audio. No se escucha lo mismo si lo reproducimos por altavoces que por auriculares por ejemplo.

Pero no es la única posibilidad, también puede ser debido a la edad. A medida que crecemos vamos perdiendo paulatinamente audición, en particular las frecuencias altas son las que primero se abandonan, por eso muchos adultos escuchan «Laurel».

Pero tal vez el motivo principal sea la interpretación que nuestro cerebro hace de lo que oímos. Bharath Chandrasekaran, profesor del departamento de ciencias y desórdenes de la comunicación de la Universidad de Texas, explica que la mala calidad del audio dificulta su correcta percepción, por lo que nuestro cerebro «rellena» los huecos con lo que cree que debería ir.

 

La importancia del contexto

¿Y como rellena esos huecos? Basándose en experiencias pasadas y claves visuales. El cerebro analiza la situación y el entorno, y por un lado lo compara con experiencias pasadas mientras que por el otro intenta encontrar claves que le ayuden a entender el input auditivo. Por eso también las indicaciones visuales son importantes para entender un nombre u otro la primera vez que oímos el audio.

Es el mismo mecanismo que nos permite seguir conversaciones en sitios muy ruidosos comos bares, discoteca o estadios, completamos la información auditiva que nos falta con claves visuales del entorno.

Al parecer, al igual que sucedió con el famoso vestido (azul) tenemos que esperar para saber la solución al enigma ya que los tiempos de la ciencia no pueden ir a la misma velocidad que los temas virales.

De lo que sí podemos estar seguros es de que somos increiblemente dependientes de nuestro cerebro, y como hemos visto en otros artículos de este blog, a pesar de sus características espectaculares,  nos puede jugar una mala pasada.

 


Fuentes:
Rubio, J. Cómo es posible que en este audio unos oigan “laurel” y otros “yanny”. Verne. Recuperado el 22 de Mayo 2018 de enlace 
Salam, M; Victor, D. Laurel or Yanny? What We Heard From the Experts. New York Times. Recuperado el 22 de Mayo 2018 de enlace.
Becker, R; Lopatto, E. Yanny or Laurel? The science behind the audio version of The Dress. The Verge. Recuperado el 22 de Mayo 2018 de enlace
Imágenes: Pixabay