¿Por que creemos en supersticiones?

Las supersticiones están en todos lados. Todos, absolutamente todos hemos caído en alguna superstición alguna vez en la vida ¿Quién no se puso sus bragas de la suerte? ¿Quién no vió los partidos de la Selección siempre con la misma camiseta? ¿Quién no “tocó madera”?¿Y pasar la sal de mano en mano? Pero ¿Qué es lo que no lleva a creer en estas cosas?¿Que se esconde detrás de estos comportamientos?

La base de las supersticiones es una falacia. Una falacia es un tipo de razonamiento que aunque en apariencia es correcto, en realidad no lo es. En el caso de las supersticiones se trata de un tipo de falacia llamada “Post Hoc”o “causalidad falsa”, un tipo de error cognitivo que nos hace creer que debido a que dos fenómenos han ocurrido sucesivamente o a la vez, el uno es causa del otro. Por ejemplo, muchos tenemos un objeto de la suerte (camisetas, ropa interior, amuletos, etc) que adquirió ese poder al haberlo usado en una ocasión especial en la que nos fue bien.

De hecho, lo que nos acerca a las supersticiones es nuestra necesidad de control. Buscamos alguna regla o explicación de por qué suceden ciertas cosas. Según Stuart Vyse, psicólogo experto en supersticiones y pensamiento irracional, “lo que las investigaciones demuestran es que, muchas veces, tener una certeza falsa es mejor que no tener ningún tipo de certeza”. En la vida, es común que nos encontramos antes situaciones que retenemos muy importantes como entrevistas de trabajo, exámenes, bodas, exhibiciones u otras donde por más que nos hayamos preparado al máximo no tenemos garantías de éxito. En este tipo de situaciones donde a pesar de lo mucho que nos preparemos pueden pasar cosas que se escapan a nuestro control, las supersticiones nos hacen sentir que hemos hecho un esfuerzo extra para tratar de asegurarnos el resultado que buscábamos. 13_red_wall

En nuestro repertorio de comportamientos, los humanos no hacemos nada que no nos genere una ganancia de alguna u otra forma. En el caso de las supersticiones, obtenemos beneficios emocionales esenciales como son la seguridad y la confianza; a tal punto que incluso sabiendo a nivel racional que no se trata de ninguna magia, seguimos manteniendo las cábalas.

Paul Foxman, psicólogo especialista en trastornos de ansiedad, explica que lo que se genera es un efecto placebo positivo, si creemos que algo nos va a ayudar, es probable que lo haga. Creer, tener confianza en algo, tiene mucha fuerza. Pero existen diferencias. Si se trata de un evento en el que la suerte es determinante, nuestras creencias no van a tener ningún resultado. En estos casos muchas de las supersticiones sólo sirven para calmar nuestra ansiedad. Sin embargo, cuando se trata de un evento en el que nuestro desempeño es importante, la superstición puede darnos un empuje, una fuerza extra. No por nada ciertos grupos son más habituales de los amuletos y cábalas, como los deportistas, los marineros y los estudiantes. Las creencias pueden ayudarnos a tener más confianza y así dar el máximo en nuestra actividad. El problema de este efecto de “empuje” es que puede funcionar en positivo o en negativo. Si por ejemplo se pierde el objeto de la suerte, el abatimiento resultante podría hacernos rendir menos. Crucemos los dedos para que nunca nos pase.

Autor: Santiago Salvatori


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