Consejos psicológicos para cumplir los propositos de año nuevo

Estamos en esa época en la que empezamos a hacer balances sobre el año transcurrido y nos preparamos para el año que vendrá. Perder peso, hacer más ejercicio, dejar de fumar y empezar a ahorrar son las metas más comunes que nos proponemos los últimos días de Diciembre pero ¿Hace cuánto que nos lo proponemos? ¿Cuántos años llevamos posponiendo estos objetivos?

Según un estudio de John C. Norcross del departamento de psicología de la Universidad de Scranton, la mitad de las personas realizan propósitos de fin de año, pero menos del 10% lo cumplen.

El motivo principal suele ser que nos ponemos demasiadas metas o que éstas sean poco realistas. El culpable de que nos pongamos metas irreales es el síndrome de la falsa esperanza, que se caracteriza por las expectativas poco realistas que tenemos sobre la rapidez, cantidad, dificultad y consecuencias de cambiar nuestro comportamiento.

Para poder cumplir de una vez con nuestros propósitos de año nuevo, no sólo tenemos que cambiar nuestro comportamiento, sino también nuestra forma de pensar. Pero hay algunos consejos demostrados por la psicología que nos pueden ayudar:

  • Se realista. Lo principal es ponernos metas que podamos mantener y que sean prácticas. Si tenemos un objetivo grande, lo mejor es dividirlo en objetivos más pequeños. De esta forma los podremos cumplir y gradualmente llegaremos al objetivo principal. Por ejemplo, si tu deseo es dejar de fumar, no dejes de fumar inmediatamente el 1 de Enero, es mejor programarlo e intentar fumar un poco menos cada día, para luego fumar un día si y uno no, etc.
  • Una cosa a la vez. La forma más fácil de fracasar es intentar hacer todo de golpe. Dejar de fumar, beber menos, hacer dieta e ir al gimnasio todo junto podría ser un cambio demasiado radical en tu vida como para poder mantenerlo. Elige uno o dos objetivos como mucho y luego pasa a los demás.
  • Cuéntale a alguien de confianza sobre tu objetivo. Algunos pensarán que haciendo esto luego si fracasan será peor, pero al contrario esta es una forma de que los demás te ayuden a conseguir tu objetivo. Si por ejemplo quieres dejar de fumar, es bueno que la gente con la vives día a día lo sepa así no te incentivan, intentan no fumar cuando estés, o ayudarte a controlar tu comportamiento. Si tienes amigos que tengan tu mismo objetivo mucho mejor, así pueden darse apoyo mutuo.
  • Olvida el pensamiento “todo o nada”. “No tengo una hora todos los días para ir al gimnasio así que mejor no voy” “ No puedo ahorrar 100€ por mes así que mejor ni lo pienso”, este tipo de pensamiento nos aleja de nuestros objetivos y nos mantiene en la situación actual. Siempre es mejor hacer algo por mínimo que nos parezca, a no hacer absolutamente nada. 20 minutos de gimnasio son un paso importante, ahorrar 10€ es un paso importante aunque no lo parezca. Cada esfuerzo que hacemos para lograr el objetivo es mejor que no esforzarse para nada.propositos-montt-1
  • Acepta las recaídas. No te sientas culpable si después de 4 o 5 meses al final te fumas un cigarrillo. Tener pequeñas recaídas forma parte de cualquier cambio de hábitos, especialmente cuando se trata de hábitos que tenemos desde hace años. De las recaídas también se aprende, por ejemplo, qué tipo de situaciones nos hacen vulnerables a recaer. De este modo la próxima vez podemos estar preparados.
  • Busca alternativas. Muchas veces las cosas no saldrán como lo planeamos, así que tener un plan B suele ser útil. Pensar de ante mano qué vamos a hacer si encontramos obstáculos, o si perdemos motivación nos puede ayudar para no tener que tomar decisiones apresuradas en el futuro.

Si te parece que todo esto es demasiado trabajo y que no vale la pena hacer un propósito de fin de año ten en cuenta que las personas que realizan propósitos a fin de año tienen diez veces mas posibilidades de cumplirlos que aquellas que no lo hacen.

No te preocupes, tenemos un año para lograrlo.

Autor: Santiago Salvatori


Fuentes: