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¿Cómo afecta el mundial a la mentalidad de los jugadores?

A diferencia del “Virus FIFA”, las lesiones sufridas por los jugadores durante la estancia con sus respectivas selecciones nacionales, no hemos logrado poner nombre a lo que le sucede a los jugadores durante el mundial. Tenemos grandes jugadores que pasan desapercibidos y jugadores desconocidos que se convierten en estrellas gracias a su desempeño en 3 o 4 partidos.

La presión de ser un «favorito»

A lo largo de su historia, los mundiales nos han mostrado la derrota de muchos favoritos, ya sean selecciones nacionales o jugadores estrella. Muchos de los más grandes jugadores del mundo han fallado o decepcionado durante un mundial.

Argentina en 2002 venía de clasificar sin problemas y no logró pasar de fase de grupos. Brasil en 2006, una indiscutible favorita con jugadores como Ronaldinho, Ronaldo, Kaká, Roberto Carlos, Cafú, Robinho, Adriano no logró pasar de cuartos. Francia e Italia finalistas en 2006 no pasaron de fase de grupos 4 años después en Sudáfrica. Lo mismo le sucedió a España en Brasil 2014 y a Alemania en 2018.

Es evidente que las selecciones aportan un extra de presión al jugador que no sucede cuando tiene que defender los colores de su club. El problema puede ser el peso de la camiseta, saber que se está representando al país. Lo que para muchos puede ser un motivo de orgullo, y seguramente lo es, también es una fuente de presión.

Como vimos en este artículo ponemos demasiadas expectativas en deporte, como si ganar determinados partidos nos exoneran de ciertas responsabilidades. También los éxitos deportivos puede ser la única alegría para un pueblo castigado política y económicamente.

Los jugadores, por más que sean profesionales, sienten esa presión, la de ser símbolos de un país entero y responsables de sus alegrías o tristezas. No se trata sólo de aficionados, sino de familia, amigos, conocidos, afectos. Poder manejar esa situación no es nada fácil, y no está al alcance de todos. Por eso en la citas mundialistas es común ver a los favoritos fallar.

Héroes inesperados

La razón principal por la que atletas de élite pueden fracasar en este tipo de competiciones es porque el exceso de presión les produce un exceso de adrenalina. Si no pueden controlar sus niveles de activación no serán capaces de jugar con la mente despejada y realizar las acciones que conocen y entrenaron. Pero esta situación tiene una contra cara.

Una de las cosas más interesantes de los mundiales es ver como surgen ídolos inesperados. Generalmente son buenos jugadores que al no tener la presión de destacar ni de ser favoritos, suelen mantener su buen desempeño o incluso mejorarlo. De hecho los mundiales suelen ser una buena oportunidad en la que jugadores no muy conocidos logran conseguir contratos con equipo grandes.

Sudáfrica fue un punto de inflexión en la carrera de jugadores como Thomas Muller, Luis Suárez, Mesut Ozil y Marek Hamsik. En Brasil se dieron a conocer grandes jugadores como James Rodriguez, Keylor Navas, Josema Giménez o Mateo Kovacic.

No hay equipos ricos

Si bien hay muchos equipos históricos en mundiales, lo bueno es que a diferencia del resto de ligas modernas no hay equipos millonarios. Esos que tienen la capacidad de comprar jugadores que destacan y armar un equipo competitivo a base de cheques. Lo interesante de una selección es que la integran jugadores nacidos (o nacionalizados) que quieran defender los colores del país.

Generalmente se mezclan jugadores que ganan millones en sus clubs con jugadores de mucho menos nombre, pero todos juegan para su país y sin cobrar. Evidentemente hay una recompensa económica si logran ciertos objetivos y como vimos antes, jugar un mundial puede suponer un gran salto en su carrera, pero durante un mes serán voluntarios.

Muchas veces la razón por la que destacan equipos revelación es justamente el hecho de que no juegan por dinero, sino que quieren ganar por el amor y el reconocimiento de sus connacionales.

No somos máquinas

Nada mejor que un mundial para echar por tierra la idea de que los jugadores son millonarios que están desconectados de la realidad que los rodea. Las singularidades de un mundial y la importancia de representar al país en una competición de este estilo influye y mucho en el desempeño de los jugadores, desde los más experimentados hasta los novatos, independientemente del equipo en el que jueguen el resto del año.

El mundial es un ejemplo más de la importancia del contexto en el desarrollo de cualquier actividad. No somos robots que solo hacemos lo que sabemos hacer independientemente de lo que nos rodea. Los seres humanos estamos muy influenciados lo que pasa a nuestro alrededor, desde los jugadores de fútbol hasta tu que lees este artículo. Nunca debemos subestimar lo que nos rodea, el contexto en el que actuamos o actúan los demás.


Fuente:
  • Chamorro-Premuzic, T. World Cup Psychology. Psychology Today. Recuperado el 8 de Julio 2018 de enlace