¿Cómo protegernos de las emociones negativas que generan ver videos de las guerras en redes sociales?
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¿Cómo gestionar  las emociones negativas que nos generan algunos videos en redes sociales?

Las redes sociales se han convertido en una fuente de información y entretenimiento para muchas personas, pero también pueden ser un factor de estrés y malestar emocional. A menudo, nos encontramos con videos de las guerras que ocurren en diferentes partes del mundo, que nos muestran imágenes crudas y violentas de la realidad que sufren millones de personas. Estos videos pueden generar en nosotros emociones negativas como miedo, tristeza, ansiedad, enfado, culpa o vergüenza, que nos afectan tanto a nivel personal como social.

Las emociones negativas

Las emociones negativas no son malas en sí mismas, sino que tienen una función adaptativa que nos ayuda a reaccionar ante las situaciones que nos amenazan o nos frustran. Sin embargo, cuando estas emociones se vuelven demasiado intensas, frecuentes o duraderas, pueden interferir en nuestro bienestar y nuestra salud mental. Por eso, es importante aprender a gestionarlas adecuadamente y a protegernos de los efectos negativos que pueden tener en nosotros los videos de las guerras en redes sociales.

¿Qué podemos hacer para protegernos de las emociones negativas que generan ver videos de las guerras en redes sociales?
  • Limitar el tiempo y la frecuencia con que vemos estos videos. No se trata de ignorar la realidad, sino de evitar la sobreexposición a imágenes que nos pueden generar angustia y desesperanza. Podemos elegir ver estos videos en momentos en los que estemos más tranquilos y preparados para afrontarlos, y no cuando estemos cansados, estresados o vulnerables emocionalmente.
  • Buscar fuentes de información fiables y contrastadas. No todos los videos que circulan por las redes sociales son veraces o están contextualizados adecuadamente. Algunos pueden tener fines propagandísticos, manipuladores o sensacionalistas, que buscan generar reacciones emocionales extremas en los espectadores. Por eso, es importante verificar la procedencia y la credibilidad de los videos que vemos, y consultar otras fuentes de información que nos ofrezcan una visión más objetiva y equilibrada de lo que ocurre en el mundo. Así evitarás caer en el catastrofismo, el pesimismo o la desesperanza.
  • Reflexionar sobre el propósito y el impacto de ver estos videos. Antes de ver un video de una guerra en redes sociales, podemos preguntarnos qué esperamos obtener de él, qué nos aporta y cómo nos afecta. ¿Nos informa, nos sensibiliza, nos moviliza o nos paraliza? ¿Nos ayuda a comprender mejor la situación o nos genera confusión y desconfianza? ¿Nos hace sentir más conectados con los demás o más aislados y desamparados? Estas preguntas pueden ayudarnos a evaluar si ver estos videos es beneficioso o perjudicial para nosotros, y a tomar decisiones más conscientes al respecto.
  • Expresar y compartir nuestras emociones con otras personas. Ver videos de las guerras en redes sociales puede provocarnos emociones negativas que necesitamos procesar y liberar. Una forma de hacerlo es hablar de lo que sentimos con personas de confianza, que nos escuchen, nos apoyen y nos comprendan. Esto puede ayudarnos a aliviar la tensión emocional, a poner en perspectiva lo que vemos y a sentirnos menos solos y más acompañados.
  • Practicar estrategias de regulación emocional. Cuando experimentamos emociones negativas intensas, podemos recurrir a diferentes técnicas que nos ayuden a calmarnos y a recuperar el equilibrio. Entre ellas están la reevaluación o reestructuración cognitiva (intentar ver la situación desde otras perspectivas), la resolución de problemas (buscar sistemáticamente soluciones poniendo en balance tanto pros y contras de cada solución), la aceptación de la emoción (mediante la consciencia plena) o el afrontamiento directo de la situación que genera la emoción negativa (si sientes ansiedad, en vez de evitar la situación, mejor afrontarla).
  • Fomentar las emociones positivas. Las emociones positivas son aquellas que nos generan bienestar, satisfacción y alegría, como la confianza, el optimismo, la simpatía, la sociabilidad, la energía, el comportamiento prosocial o el bienestar físico. Estas emociones nos protegen ante la adversidad, nos fortalecen y nos motivan a seguir adelante. Podemos fomentar las emociones positivas realizando actividades que nos gusten y nos hagan sentir bien, cuidando de nosotros mismos y de los demás, buscando el lado bueno de las cosas y agradeciendo lo que tenemos.
  • Colaborar con causas solidarias. Ver videos de las guerras en redes sociales puede despertar en nosotros el deseo de ayudar a las personas que sufren las consecuencias de estos conflictos. Una forma de canalizar este deseo es colaborar con organizaciones o iniciativas que trabajen por la paz, los derechos humanos, la ayuda humanitaria o la cooperación al desarrollo. Esto puede hacernos sentir más útiles, comprometidos y esperanzados, y contribuir a mejorar la situación de las personas afectadas por las guerras.

Ver videos de las guerras en redes sociales puede generar en nosotros emociones negativas que nos afectan negativamente si no las gestionamos adecuadamente. Para protegernos de estos efectos, podemos limitar el tiempo y la frecuencia con que vemos estos videos, buscar fuentes de información fiables y contrastadas, reflexionar sobre el propósito y el impacto de ver estos videos, expresar y compartir nuestras emociones con otras personas, practicar estrategias de regulación emocional, fomentar las emociones positivas y colaborar con causas solidarias. De esta forma, podremos estar informados sin sufrir innecesariamente, y contribuir a crear un mundo más pacífico y justo.


 

Fuentes: