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Vibración Fantasma, cuando sentimos que nuestro telefono vibra pero no lo hace

Estamos esperando una llamada o un Whatsapp. Sabemos que en algún momento del día va a llegar pero no sabemos cuándo. Vamos caminando tranquilamente por la calle cuando sentimos una vibración en nuestro bolsillo o bolso. Controlamos nuestro teléfono, pero no hay nada. Ninguna notificación. Sin embargo juraríamos que el teléfono vibró ¿A qué se debe esta ilusión? ¿Los smartphones nos están cambiando o hay una explicación más simple para este fenómeno?

Síndrome de vibración fantasma

Lo que sucede se conoce como Síndrome de Vibración Fantasma, o Tono Fantasma. Se trata de la sensación de que nuestro teléfono suena o vibra cuando en realidad no lo ha hecho. Según el doctor Michael Rothberg no se trata estrictamente de un síndrome, sino más bien de una alucinación táctil o auditiva ya que nuestro cerebro interpreta un estímulo que en realidad no esta presente.

El “sindrome” está tan extendido que los estudios más recientes afirman que entre el 60% y el 90% de las personas lo han experimentado.

Pero cuidado, no pensemos que este efecto lo producen los smartphones. Ya a principios de los años 90, muchas personas, especialmente empleados de oficina, acusaban un efecto similar conocido como “Phantom Pager Syndrome” producido por lo pagers o «buscas», los predecesores de los teléfonos móviles.

No, no es culpa de la tecnología

Muchas personas piensan que es culpa de la tecnología, que de alguna forma el uso masivo del smartphone está en cierta forma modificando las conexiones de nuestro cerebro.

Otras teorías afirman que se trata de una forma de Pareidolia, un efecto psicológico en el que nuestro cerebro encuentra patrones significativos en estímulos ambiguos. Por ejemplo cuando encontramos formas en las nubes, o patrones en los tapizados. Según estas teorías cualquier sensación extraña en la zona donde solemos llevar el móvil la interpretaremos como si éste estuviera vibrando.

Como si fuesen gafas

Sin embargo, la teoría más aceptada se basa en el aprendizaje y el hábito.  Al igual que lo que nos sucede a los que usamos gafas, llega un punto que estamos tan acostumbrados a usarlas que se convierten en una parte más de nuestro cuerpo. Las percibimos como si siempre hubiesen estado ahí. Lo mismo sucede con el teléfono.

Robert Rosenberg del Instituto Tecnológico de Georgia, se encarga de estudiar el impacto de la tecnología en los comportamientos humanos. Según Rosenberg, percibir la vibración del teléfono se convirtió en un hábito. A fuerza de recibir llamadas y mensajes, aprendimos a asociar ciertas sensaciones con la vibración del móvil.

“A través del hábito, nuestro teléfono se convierte en una parte más de nuestro cuerpo, de modo que aprendemos a interpretar cierta vibración como una llamada o un mensaje. Por lo tanto, debido a este tipo de hábito, es muy fácil que interpretemos sensaciones similares como si fuesen vibraciones del teléfono.”

Puede ser un pliegue de nuestro pantalón, o un pequeño espasmo muscular, pero la costumbre de que esa sensación signifique una llamada o un mensaje nos hace pensar que nuestro teléfono está vibrando.

Nos gusta controlar

Afortunadamente, las investigaciones de Rosenbeger también indican que a la mayoría de las personas no les molesta sufrir este efecto de vez en cuando. Como él mismo explica, no se trata de una dependencia tecnológica que está modificando nuestro cerebro, sino de la necesidad humana de controlar. Es como cuando controlamos si nuestro invitado ha llegado o no, o cuando nos esforzamos por escuchar si el tren está llegando.

Ahora tengo que dejar de escribir porque creo que me está sonando el teléfono.

 


 

Fuentes:

  • Locke, T. Do you have “phantom Vibration Syndrome”? Webmd. Recuperado el 27 de Febrero 2018 de enlace
  • What is phantom vibration syndrome? Georgia Tech. Recuperado el 27 de Febrero 2018 de enlace
  • Rosenberg, R. An experiential account of phantom vibration syndrome. Computers in Human Behavior. Volume 52, 2015,Pages 124-131, ISSN 0747-5632. Recuperado el 27 de Febrero 2018 de enlace
  • Imágenes: Pixabay